El ejercicio de la «Realización del Ser» permite el despertar espontáneo de la energía Kundalini, (dormida en el hueso sacro, en la base de la columna vertebral), y la conexión en la cabeza con el Espíritu (Poder del amor divino omnipresente), fuente de paz, gozo, amor, perdón, sabiduría, salud, creatividad, prosperidad, amabilidad, discernimiento, honestidad, etc.